Hoy os traigo una recopilación de las 10 lecciones más importantes que he ido aprendiendo en estos (pocos) años que llevo entregada a la fiebre de la costura.
1. Todo a mano: Cuando empiezas a tomar medidas es muy importante que lo tengas todo cerca: lápiz, cuaderno, cinta métrica, etc. No será la primera vez que persigo a mi hija por la casa con la cinta métrica en ristre para tomarle medidas y luego, cuando llego a anotarlas no recuerdo si eran 53 de contorno o de largo.
2. Elige… sabiamente: Dado que las medidas que necesitas dependen en gran medida del modelo que vas a confeccionar, es básico que elijas un modelo que se adapte a las características físicas de la persona para la que lo vas a confeccionar así como a tu nivel de experiencia. Si estas empezando, será más gratificante para ti que elijas modelos sencillos y simétricos ya que no te frustrarás cuando los estés cosiendo.
En alguna ocasión me he decidido por un modelo más complejo de lo que mis conocimientos me permitían y o bien he acabado odiando la prenda, o bien se ha quedado aparcada sin terminar. Hay que ir superándose, pero pasito a pasito.
3. Cóseme despacio…: Si hay una palabra que para mí resume el mundo costuril es la paciencia (algo de lo que, por cierto, yo ando más bien escasita). Y es que para coser hay que tener paciencia con todo: paciencia para copiar (no te digo ya si lo diseñas tú) el patrón, paciencia para pasarlo adecuadamente a la tela, paciencia para cortar la tela por donde toca, paciencia para armar las piezas paso a paso…
Y muy importante, leer primero las instrucciones del patrón completas, que luego pasa lo que pasa y cortas donde no debes (lo digo por experiencia).
4. Si no puedo dibujarlo, es que no lo entiendo (Albert Einstein 1879 – 1955): La diferencia entre una prenda bien acabada y otra con bolsas o estrecheces donde no debería haberlas radica en un 90% en la copia del patrón al papel (o el diseño propio) y en su posterior traslado a la tela. Hay que ser cuidadoso con los márgenes, respetar los que están indicados en el patrón diseñado y utilizar las reglas.
Cuando yo empecé, como el trabajo de copiar el patrón es el más desagradecido (al final del día solo tienes unas tiras de papel inconexas o, en el mejor de los casos, unas tiras de tela), todo lo quería hacer muy deprisa y no utilizaba regla o hacía los márgenes a ojillo… Error!!! Porque cuando luego armas la prenda descubres que no se ajusta bien a la persona en cuestión, que le queda ancha, o lo que es peor, estrecha… Un drama, vamos!
5. Hay mucha tela que cortar: Una vez que tienes dibujado tu patrón en la tela, con tus márgenes y todo, tenemos que cortar. Y no te creas que cortar es cualquier cosita, que de nuevo bajo mi experiencia, unas malas tijeras pueden hacer que acabes jurando en arameo.
Yo hasta hace poco tenía unas tijeras de costura de IKEA que pensaba que no estaban mal y que cortaban decentemente. Pesaban mucho y a veces rozaban las hojas, por lo que me resultaba duro cortar y acababa con el brazo hecho polvo, pero, como os digo, como no tenía con qué comparar, me parecían correctas. Y mira tú, que un día estaba en una mercería y me dio por comprarme unas buenas tijeras de cortar tela… Pues un mundo nuevo de luz y color!!! Cortan fenomenal cualquier tejido, no rozan, no pesan… vamos, todo son ventajas!
Otro consejo que siempre nos da mi profe de costura es que para cortar bien hay que cortar de pie. Qué tontería, pensaréis, pero es que de pie tienes mucha más perspectiva del corte, no tiras de la tela, vamos, que si no lo habéis hecho nunca, probadlo y me contáis si notáis la diferencia. Es más cansado peeeeero merece la pena.
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6. Así planchaba, así, así: Este consejo viene en tooooodos los libros de costura que yo he leído y doy fe que tiene mucha razón. Si cuando unes dos partes de una prenda luego dedicas un momentillo a prensar las costuras con la plancha, quedarán mucho más estables.
El que pueda tener una plancha siempre preparada al lado de su lugar de costura tiene el escenario ideal, pero para las que andamos escasas de espacio, yo lo que hago es acumular varias costuras para planchar a la vez, de forma que no tenga que estar sacando la plancha cada dos por tres…
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7. Quién dijo miedo?: Esta es una lección aprendida con el tiempo, puesto que yo, cuando llevaba unos meses metida en el mundillo costuril, me dio por comprarme revistas tipo Burda o Espejito, Espejito y, claro, yo veía los modelos y me parecían sencillos, leía las instrucciones y, vamos, como si las estuviera leyendo en chino, porque entendía lo mismo. Así que durante un tiempo me sentí incapaz de coser ningún modelo de estas publicaciones. Y un día, le llevé a mi profe una de las revistas y le dije que aunque yo sabía hacer el modelo en cuestión, no entendía bien las instrucciones. Y me dijo “Por qué no lo haces como tú sabes?” Pues tenía razón!!! Desde entonces, aunque intento seguir las instrucciones, cuando un paso no lo entiendo lo hago como yo creo, y, la verdad, casi siempre me funciona!
8. Sin los remates no somos nada: Cuando empecé siempre me daba la impresión de que una vez tienes montada una prenda, la prenda ya esta acabada… y nada más lejos de la realidad, en realidad montar la prenda es lo más fácil, donde de verdad se ve el trabajo que ha requerido un modelo en cuestión es en los pequeños remates que lleva y que casi te llevan más tiempo que lo anterior. Por ejemplo poner un bies en el cuello, un detalle en una manga, una picunela o coser el bajo con puntada invisible.
Estos detalles requieren paciencia y mucha atención, pero al final el modelo lo agradece.
9. Siempre hay un roto para un descosido: Reconozco que es muy frustrante descoser. Yo lo odio, y no solo porque da la sensación de tiempo perdido, sino porque descoser en si es un asco, que lleva mucho tiempo y a veces algún agujero de por medio. Peeeero a veces es necesario, sobretodo cuando hablamos de los remates que comentábamos en el punto anterior.
Por ejemplo, un dobladillo a puntada invisible mal hecha se nota y queda raro, raro, raro… O una falda fruncida para un vestido cuyos frunces no están bien repartidos parece chapucera. En estos casos, lo mejor es cortar por lo sano, deshacer la costura y volver a empezar.
Os dejo un link al post de Skarlett sobre descoser sin que se convierta en un infierno…
Skarlett |
10. “El éxito consiste en obtener lo que se desea. La felicidad, en disfrutar lo que se tiene” Emerson (1803-1882) Poeta y pensador estadounidense
He querido dejar esta lección aprendida para el último puesto con ánimo de que quede grabada en nosotros. Porque a veces nos sumergimos tanto en la costura de una prenda que sufrimos, la cogemos manía, nos agobiamos (o al menos yo)… pero con el tiempo me he ido dando cuenta de que lo que más me gusta de la costura es lo muchísimo que disfruto de ella, como me concentro tanto que me olvido de otros problemas del día a día, como espero impaciente durante toda la semana esas dos horas de clase de los viernes… Y el día que no me apetece coser, no coso, sin culpas ni nada. Tengo épocas muy fructíferas que hago una o dos prendas a la semana y otras en las que estoy más perezosa… pero lo importante es que lo que hagas te haga feliz. Así que ya sabéis a disfrutar de este vicio, digo afición tan chula en la que andamos metidos.
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Espero que os hayan resultado entretenidas mis lecciones aprendidas. Y vosotros? Tenéis alguna?
Un besazo fuerte!!!
Eli
Me ha encantado tu lista! Bueno y las imágenes no se quedan cortas ������ Me he reído mucho y sobre todo me identifico en todo lo que cuentas. Me quedo con lo de paciencia, muy importante! Besos
ResponderEliminarMuchas gracias, Elisa! Seguro que con tu experiencia en diseño y costura tienes un montón de leccions más. Un besazo!!!
EliminarTotalmente de acuerdo en todas
ResponderEliminarGracias, Pepa.
EliminarUn beso muy fuerte!
Totalmente de acuerdo en todas
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
Eliminarque razón tienes!!!en todo pero yo destacaría lo que dices de los remates, es cierto!!! el acabado de una prenda bien hecha requiere paciencia y buen hacer.
ResponderEliminarbesos
Ay, sí, Anabel, los remates son definitivos para que una prenda parezca otra... pero a veces son taaaaan pesados! ;)
EliminarMil besos!
Ay como me he reído recordando muchas cosas! Toda la razón!! Suscribo cada una de tus lecciones.
ResponderEliminarLa última foto me encanta!!
Bikiños
Gracias, Yolanda!!! La verdad es que yo creo que son cositas que a todos nos han ocurrido... :)
EliminarUn besazo!